La tierra prometida

martes, 22 de noviembre de 2011

El apóstol Pedro

Pedro, discípulo de Jesús, tuvo desde el principio un papel destacado entre los discípulos, a causa de su fervor, de su energía e impetuosidad.
 ¿ES EL APÓSTOL PEDRO EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA?
 Cuando Pedro reconoce a Jesús como “el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16), el Señor le dice que esto “no le reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mateo 16:17), y luego dice “tú eres Pedro, y sobre esta roca (piedra) edificaré mi iglesia” (Mateo 16:18). Esto ha dado argumentos para que algunos digan que Pedro fue el primer Papa. ¿Cuando Jesús dice “sobre esta piedra” a quién se refiere?
 “Y yo también te digo, que tú eres Pedro [petros], y sobre esta roca [petra] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”, Mateo 16:18.
 Dentro de este contexto, existen cuatro posibilidades en cuanto a qué o quién se refirió Jesucristo cuando habló estas palabras:
 1. A Pedro.
 2. A la declaración de Pedro.
 3. A la obra de revelación divina a Pedro.
 4. A Cristo mismo.
 No cabe duda alguna que la conversación era con el apóstol Pedro; sin embargo, no creo que la interpretación católica pueda ser defendida con la Biblia, ¿porqué? Porque no acostumbramos interpretar la Biblia basados en un solo verso sino dentro de un contexto inmediato y dentro del contexto bíblico e histórico en su totalidad. Lo más importante sobre este tema de todo es que la Biblia no es silenciosa acerca del mismo sino que hay declaraciones explícitas y claras que nos ayudan a entender que trataba Jesús cuando dijo lo que dijo.
 De las posibilidades mencionadas arriba, podemos descartar a Pedro ya que en ninguna otra parte de la Biblia se confirma que la roca sobre la cual se fundamenta la Iglesia sea Pedro. La otra alternativa podría ser la declaración de Pedro, esta parece ser una mejor opción que la anterior, es decir, aquellos quienes confiesan a Jesús como el Mesías y le reciben como el Hijo del Dios viviente son unidos a la Iglesia, de esa manera se podría entender que “la confesión” es la roca. Pero esa confesión, no viene por iniciativa humana sino por obra divina, así que la opción dos y tres van unidas, es Dios quien revela la verdad a las personas que han de ser salvadas. Aunque estas dos cosas son ciertas, no podemos pensar que ‘dentro de este contexto’, en realidad la roca sobre la cual la Iglesia se levanta sea esta declaración. La última opción presentada es que la roca es Cristo mismo.
 Sobre esta roca edificaré mi Iglesia” ¿Es Pedro la roca sobre la cual está edificada la Iglesia?
 El debate se ha centrado particularmente en el significado de las palabras ‘petros’ y ‘petra’. Se ha señalado que Jesús utilizó un juego de palabras para hacer una distinción entre las palabras ‘Petros y Petra’, donde [petros] que significa piedra pequeña era puesto en contraste con [petra] que significa ‘gran roca’.
 “Y yo también te digo, que tú eres Pedro[petros], y sobre esta roca[petra]edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Pero interesantemente, la traducción literal de Young traduce ambas palabras como ‘roca’. “And I also say to thee, that thou art a rock (roca), and upon this rock (roca)I will build my assembly, and gates of Hades shall not prevail against it”, Matthew16:18 (YLT).
 Existe de veras una diferencia o es simplemente un asunto del lenguaje donde ‘petros’ es masculino para referirse al nombre de Pedro en griego y ‘petra’ es femenino para referirse a la persona de Pedro. Veamos la concordancia de Vine sobre los términos [petros] y [petra]:
 - Petros = denota un trozo de roca, una piedra en contraste a ‘petra’, una masa rocosa.
 - Petra = denota una masa de roca, en distinción a ‘petros’ una piedra o peñascos sueltos o una piedra que se pueda arrojar o mover con facilidad.
 De acuerdo al significado distinto de las palabras es probable que el juego de palabras sea cierto, es una comparación entre “Pedro”, piedra movida fácilmente y “Jesús”, la masa rocosa que no puede ser movida. Ambas son ‘rocas’ como lo traduce la Biblia literal de Young, pero dos distintas clases de roca. Jesús, por lo tanto no estaba poniendo a Pedro como fundamento sino a sí mismo, Cristo como Mesías, el Hijo del Dios viviente quien Pedro había acabado de identificar por revelación divina, era “la roca” sobre la cual la Iglesia se levantaría, pero esto es solo parte de la evidencia. Creo que esta opción está más en línea con la Palabra de Dios.
 CRISTO ES LA ROCA
 a Biblia identifica a Cristo como “la Roca”, por ejemplo:
 En Mateo 21:42 leemos que “Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: la piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos?”
 En la cita de arriba, Jesús estaba citando las palabras proféticas de Isaías quien se refirió al Mesías como la piedra desechada (Isaías 8:14). En el siguiente verso vemos como el apóstol Pablo confirma que Jesús es “la piedra” angular sobre quien la Iglesia es edificada sobre el “fundamento de los apóstoles y profetas”. Es interesante que no dice nada sobre la Iglesia siendo edificada “sobre Pedro” siendo la roca singularmente sino sobre “los apóstoles y profetas” en plural. Esto sencillamente significa que tanto los profetas del Antiguo Testamento como los apóstoles del Nuevo Testamento, hablaron de esto en sus profecías (los profetas) y en su interpretación de la profecía (los apóstoles).
 “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”, Efesios 2:20-22.
 PEDRO DICE QUE CRISTO ES EL FUNDAMENTO
 La interpretación de que la roca sobre la cual la Iglesia es edificada es Jesucristo y no Pedro, se hace aun más clara cuando vemos que el mismo Pedro afirma en su segundo sermón afirman que la roca es Jesucristo: “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo”, Hechos 4:11.
 Además, en su primera carta afirma tres veces consecutivas que Cristo, y no él, es la piedra del ángulo o piedra principal en la Iglesia: “Acercándonos a Él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en Él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis; Él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados”, 1 Pedro 2:4-8.
 Considero que este es otro de esos puntos de interpretación en los cuales la Iglesia Católica Romana está equivocada. Esa interpretación es creada para poder ‘probar’ que Pedro fue “el primer Papa” y que la Iglesia fue edificada sobre él, pero tal afirmación no es corroborada con las Escrituras, especialmente cuando desde el Antiguo Testamento se habla de esa ‘roca’ como Dios mismo y la teología Cristiana afirma que Jesús es Dios ‘Emanuel’, eso es “Dios con nosotros” (Mateo 1:23); Dios manifestado en carne, y como tal, estamos seguros que cuando hablaba de “la roca” [petra], se estaba refiriendo a sí mismo y no a Pedro: “Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo”, 1 Corintios 10:4.
 “Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en Él; es justo y recto. De la Roca que te creó te olvidaste; te has olvidado de Dios tu creador”, Deuteronomio 32:3, 4, 18.
 “No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio (roca) como el Dios nuestro”, 1 Samuel 2:2.
 “Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?”, 2 Samuel 22:32.
 “Sean gratos las dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío”, Salmo 19:14.
 “No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay fuerte (Roca); no conozco ninguno”, Isaías 44:8.
 Son decenas las citas bíblicas que afirman que Dios es la roca y no hay otra roca sino Dios, que el Dios, “el Redentor” de Israel (Como Cristo) es la Roca. De hecho, la cita de Mateo 16 donde Jesús afirma ser “la Roca” es otra declaración de su divinidad e igualdad con el Dios del antiguo testamento, nuestra “Roca eterna”.
 “Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos (la Roca eterna)”, Isaías 26:4.
 Debemos recordar que Jesús a menudo enseñaba por medio de ilustraciones; por ejemplo, cuando el dijo yo soy el “agua, el que tiene sed venga y beba” lo dijo en una ocasión cuando se estaba derramando agua por las escalinatas del templo en Jerusalén (Juan 7:37-38) en la fiesta de la purificación (Hanukah), alguno podría fácilmente confundir el “agua” de la que Cristo habló con agua natural pero Juan rápidamente explica que se refería al Espíritu Santo (vs. 39). En otra ocasión estando en el templo, Jesús dijo: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (Juan 2:19) Los que estaban presente pensaron que Jesús hablaba del templo de piedras el cual, según respondieron ellos “En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?” (v. 20) pero Juan explica para el que lee entienda que “el templo” no era aquel en que se encontraban, no era el templo de piedras sino su cuerpo: “Mas Él hablaba del templo de su cuerpo” (Juan 2:21).
 En la ocasión cuando Jesús dijo estas palabras a Pedro y al resto de sus discípulos, ellos se encontraban en ‘Cesarea de Filipo’, esta ciudad era reconocida porque hay en ella una enorme piedra o gran colina rocosa en la cual los paganos religiosos hacían nichos para poner imágenes de sus dioses y había allí un templo al Dios griego Panias. Es muy probable que Jesús estuviera dando una enseñanza visual a sus discípulos al hacer esta declaración. Las “puertas del Hades”, por lo tanto, puede ser una referencia al engaño de la falsa religión de aquellos que adoraban junto a aquella gran roca, no serían suficiente como para ‘detener’ la edificación de la Iglesia, la cual ocurre cuando las personas salen de detrás de “las puertas del Hades” y vienen a formar parte de la Iglesia de Cristo. La obra de salvación es exitosa, no a causa de Pedro sino a causa de Jesús mismo quien es la Roca de nuestra salvación.
“En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte, y mi refugio”, Salmo 62:7.

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