La tierra prometida

jueves, 17 de noviembre de 2011

Historia del Movimiento Misionero Mundial en Argentina

                                          

El Movimiento Misionero Mundial es una obra de fe y avance, lemas en los cuales se ha destacado en sus casi cincuenta años de existencia sobre la faz de la tierra.
Comenzó en el año 1963, cuando el entonces joven pastor LUIS M. ORTIZ, luego de numerosas audiencias con los líderes de la denominación donde militaba como pastor, en los que expuso su llamado misionero y su deseo de ir por todo el mundo llevando el mensaje del Señor.
Ante la intransigencia de aquellos hombres de Dios, el joven pastor Ortiz, se despidió de sus superiores en la obra y en el ministerio y emprendió un camino misionero que lo llevaría durante el resto de su vida por más de 40 países donde estableció obra, y trabajo, que hasta hoy sigue impulsado por los hombres que lo sucedieron en el ministerio.
Hoy, habiendo ingresado ya a sesenta países del mundo, la obra del Movimiento Misionero Mundial, sigue siendo la misión evangélica de habla hispana, con el más alto índice de crecimiento en el mundo.

Por razones de salud y habiendo llegado ya a la edad de setenta años, el reverendo Luis M. Ortiz, se retiró como pastor presidente de la institución en el mes de enero de 1995, siendo reemplazado en el cargo por el Reverendo Rubén Rosas Salcedo, su fiel compañero, amigo y colaborador por casi treinta años.
Diez años fueron los que este abnegado servidor del Señor estuvo al frente de la obra, luchando denodadamente para mantener y dar crecimiento a la empresa del Señor, que había recibido para administrar. A los diez años de labor como presidente, y sintiendo sobre su cuerpo el paso de los años y los sufrimientos, reunido con los demás miembros de la junta a nivel internacional, el reverendo Rosas entrega el cargo al joven pastor y predicador, reconocido en los países donde el movimiento Misionero Mundial tiene obra, Reverendo Samuel Rolón.
Su paso aunque furtivo por la dirección de la obra, pues solo estuvo al frente unos diez y ocho meses, fue fructífero y arrollador. Su meta principal en el corto plazo en el que se desenvolvió como pastor presidente, fue mantener en alto los principios, que desde el comienzo fueron la bandera que enarboló el pastor fundador Rev. Luis M. Ortiz del que fuera como un hijo y quien cuidó del anciano pastor Ortiz hasta que este partió con el Señor.
En la actualidad preside la obra, el Reverendo Gustavo Martínez, quien es también Pastor de la iglesia del Movimiento Misionero Mundial en la ciudad de Medellín Colombia, la que cuenta con casi dos mil miembros y de la que han salido casi 20 congregaciones más que hoy siguen llevando el trabajo de evangelización en aquella ciudad de más de cinco millones de habitantes.
En el cono Sur de América, el trabajo comenzó por el año 1972 cuando por primera vez un misionero del M.M.M. incursionó en las tierras del sur del continente, visitando más exactamente los países de Chile, Argentina y Uruguay. Finalizada la década del 70 se establecen las primeras misioneras en los países del cono sur, quedando establecida la obra en los tres países visitados con anterioridad.
En Argentina se comenzó la obra en la ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, cuando dos misioneras del Movimiento Misionero Mundial que por ese tiempo estaban colaborando en una iglesia independiente de la ciudad de Buenos Aires, fueron invitadas a predicar a la ciudad mencionada, a predicar a otra iglesia independiente que estaba establecida en unos de los barrios del sur de esa capital provincial.
Por algunas semanas estuvieron colaborando con este pastor, hasta que un día descubrieron que el hijo de él, que en ese momento era el director de alabanzas de la congregación, andaba en actitudes pecaminosas que lo inhabilitaban para continuar sirviendo al Señor en su posición de músico de la Iglesia. Cuando llevaron la queja al pastor de la Iglesia, la respuesta fue justificar a su hijo y echar a las misioneras del templo, poniendo sus pertenencias en la vereda de la casa y dejándolas sin lugar a donde vivir. Un hermano las albergó en su casa y a partir de unas semanas comenzó la iglesia del M.M.M. en El barrio villa Luzurriaga donde se encuentra en la actualidad. Por el año 1986 (el 2 de Enero) llegaron procedentes de Colombia los misioneros, Ismael y Martha quienes dieron inicio a su trabajo el día 19 de ese mismo mes y año, contando con la única congregación que en esos momentos había y que contaba con una membrecía de 17 hermanos, todos ellos en proceso de formación, pues aunque venían de otras congregaciones su estado de conocimiento bíblico era bastante deficiente.                                          
Todo el año 1986 fue un tiempo de escuela para los misioneros, en el que aprendieron las costumbres y se adaptaron a la idiosincrasia del pueblo Argentino.
Por el año de 1987 la obra se hizo conocida en la ciudad de Formosa cuando por invitación de un pastor comenzaron a visitar esta ciudad del litoral, hasta que el día 25 de enero de 1988, se realizó el primer culto en una casa de familia del barrio san Andrés, al que asistieron unas quince personas.
Por el año 1991, el 27 de Junio, después de dejar una iglesia con casi cien miembros, un templo provisorio y una casa pastoral, los misioneros parrado, dejaron la Iglesia a cargo de los Misioneros Colombianos Joselín Jiménez y su esposa Carolina Matiz, quienes habían llegado el 19 de Abril de ese mismo año, y emprendieron rumbo hacia la ciudad de Buenos Aires a comenzar un nuevo trabajo en la gran urbe latinoamericana. Al día siguiente de su llegada empezaron los cultos en un pequeño local, sito en la esquina de las calles Pilar y Juan XXIII en la localidad de Burzaco, al sur de la gran ciudad.
Durante 11 meses estuvieron predicando la palabra de Dios a solo dos personas (madre e hija) hasta que finalmente Dios concedió a la iglesia un terreno ubicado en la localidad de Claypole donde en la actualidad está funcionando una de las congregaciones de la obra. En ese lapso de 11 meses la obra establecida por medio de dos pequeñas congregaciones enclavadas en el oeste de la ciudad de Buenos Aires, fue fortalecida por el ministerio que Dios entregó a los pastores Parrado, y desde ese pequeño lugar al sur de la capital Federal, se estableció obra en la provincia de Catamarca, en la ciudad de Mar del Plata, en la localidad de Merlo y en otros lugares del País, hasta donde los magros recursos permitieron entrar a realizar el trabajo.
También y como paso importante dentro del desarrollo del trabajo misionero, Dios abrió puerta en la misma Capital Federal, hecho que ocurrió el 20 de Octubre de 1994, comenzando el trabajo con tres hermanos argentinos y un pequeño grupo de hermanos peruanos que se estaban radicando en el país.
En el año 1996 el Pastor parrado realizó un viaje a su país natal, Colombia, donde después de participar de la convención nacional de ese país, regresó trayendo consigo a la tercera pareja de misioneros colombianos, conformada por el pastor Marco Aurelio Beltrán y su esposa la hermana Nubia Gladys Beltrán Munévar, quienes junto con su hijo de cinco años realizaron su viaje desde Colombia atravesando vía terrestre los países de Ecuador, Perú y Chile, ingresaron a la Argentina en el mes de Marzo de ese año.
Por el año 1998 se realizó en la Argentina el 2do congreso de la obra en el cono sur, lo que significó una inyección de fuerza espiritual para la obra en el país y el reconocimiento como una obra que se perfilaba para un gran futuro dentro de los anales de la iglesia en Argentina. Por el año 2000 y en vísperas de realizarse el 5to congreso internacional del Movimiento Misionero Mundial, evento que se realizó en ciudad de Panamá, el pastor Ismael Parrado, se desplazó hasta la república del Perú a recibir a una nueva pareja de misioneros que venían desde Colombia y que se conformaba por el pastor Nicolás Rivera, su esposa Lucena Ochoa y sus tres hijos.
Por el año 2001 luego de 13 años de labor y avance misionero por toda la zona norte y litoral del país, el pastor Ismael Parrado fue sucedido en su cargo de supervisor por el misionero Marco. A . Beltrán quien ejerce hasta la fecha esta honrosa posición dentro del trabajo de la obra en Argentina. Se cuenta en la obra con una junta directiva a nivel nacional (en los primeros 13 años de supervisión no la hubo) y desde la misma se proyectan los trabajos a nivel espiritual que la obra desarrolla en todo el país.
En la actualidad contamos con iglesias en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Formosa, Santa Fe y Salta, lugares estos, desde donde la obra se sigue proyectando hasta alcanzar la meta que debe ser la meta de cada obrero del M.M.M en Argentina: Alcanzar cada provincia y cada departamento de este país con el mensaje de la palabra de Dios.
Dios nos ha permitido lograr arraigo en los medios de comunicación, varios pastores de la obra tienen programas de radio, algunos de ellos han incursionado en el medio televisivo y tenemos una emisora de radio que es dirigida por la iglesia de la capital y que con dos kilos de potencia de emisión, ésta llegando al 75% de la zona sur del gran Buenos Aires y a un 15% de la Capital Federal. Finalizo este bosquejo histórico de la obra en Argentina simplemente que como Samuel tenemos que decir:
HASTA AQUI NOS AYUDO JEHOVA

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